
La dependencia emocional o dependencia afectiva es un término que en la actualidad está muy demonizado pero a su vez es el modelo de las canciones de pop más sonadas y es el protagonista de un gran número de películas.
Qué gran contradicción, ¿verdad?
Esto ocurre porque realmente no llegamos a comprender qué es la dependencia emocional, cómo se siente y qué se puede hacer para no involucrarse afectivamente de una forma emocionalmente dependiente.
Por ello, vamos a comenzar explicando de una forma sencilla ¿qué es la dependencia emocional? Es sentir que necesitamos a la otra persona (amigx, pareja...) por lo que cómo estamos y qué hacemos varía en función de la otra persona.
Cuando hablamos de dependencia emocional esto es lo que vemos, lo que está en la superficie pero, ¿qué hay detrás? Miedo a la pérdida.
Pérdida de:
La seguridad que esa persona me aporta
Protección: sentirse protegidx con esa persona/relación.
Amor: sentirse queridx.
Compañía: no sentirme solx; tener la sensación de que alguien siempre va a estar ahí.
Confort: sentirse cómodx con la persona y/o con la relación.
Valoración: esa persona me ve con buenos ojos, esto me hace sentir bien.
Control: controlo la situación y la relación; sé cómo es, no es algo desconocido para mí.
Y, todo ello, ¿cómo lo manifestamos? Lo manifestamos a través de emociones que a menudo causan malestar. Algunas de estas emociones pueden ser: celos, nerviosismo, angustia, inseguridad, miedo, entre otras.
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